Gracias a nuestras modernas dependencias, profesionales y técnicos especializados, la labor del museo ha sido respaldada por ICOM (International Council of Museums), al integrarlo al circuito internacional de los museos.
El proceso de conservación de cada prenda y objeto comienza con la limpieza – por medio de procesos no invasivos – de todo tipo de residuos externos. Después, se evalúa la mejor manera de almacenar el objeto. Puede ser en cajones especiales o en cajas, en forma vertical u horizontal dependiendo de los artículos a conservar. Todo depende de sus características, ya que el objetivo es que no sufran deterioro.
Cada colgador que sostiene una prenda y cada caja para almacenar un objeto, es fabricado a medida en el museo según las características, considerando la época a la que pertenece, su talla, materialidad y fragilidad. Con el objetivo de preservarla en las mejores condiciones.
En la elaboración de cada embalaje se utilizan materiales especializados, como cartones libres de ácido y telas 100% algodón. Asimismo, al montar una exhibición, cada maniquí se adapta a la prenda que será exhibida, a través de un meticuloso proceso.