Siendo el Futuro: 1889-1918 / 1989-2018, es el nombre de la nueva exhibición inaugurada en el Museo de la Moda.
La exhibición, confrontó dos épocas: el fin del siglo XIX y principio del XX (1889-1918) con el fin del siglo XX hasta la actualidad (1989-2018). Ambos son períodos de cambio de siglo, en los que el hombre se para de cara al futuro con una mirada vanguardista para su época y vive con una visión adelantada, lo que se refleja en su estilo, en su forma de vestir y en la moda.
La exhibición contó con casi cien piezas patrimoniales icónicas –como vestuarios, accesorios, obras de arte decorativas, fotografías y videos–, pertenecientes a la colección del museo. La mayoría son exhibidas por primera vez.
Jorge Yarur explicó que “esta exposición mostró cómo los avances tecnológicos de una época se van traduciendo en temas sociales y por consecuencia en la vestimenta. Se pudieron observar situaciones significativas de diversos períodos, revelando historias, situaciones y hechos que describen lo que ocurría en torno al tema socio político y cultural del final e inicio de cada siglo”.
En el Museo de la Moda se montaron vitrinas con diferentes conceptos que unen moda y tecnología, por ejemplo, se instaló un gramófono, una cámara filmadora, un teléfono y una cámara fotográfica de fines del siglo XIX que se traducen hoy en un smartphone. Otro concepto presente en la muestra, fue el de la velocidad que se retrata con prendas que den su sensación, por ejemplo, ropa de tennis y de fútbol. Esta ropa deportiva sirve de ejemplo para graficar una transición hacia la búsqueda de un vestuario más apropiado y más ligado a la moda. Destacó un vestido negro de tennis que usó María Sharápova cuando ganó el US Open en 2006. Este vestido, está inspirado en el que usó Audrey Hepburn en la película Breakfast in Tiffany’s (Desayuno en Tiffany’s).
Con el concepto “belleza extrema”, se exhibió un vestido de la diseñadora japonesa Rei Kawakubo, fundadora de la marca Comme des Garçons, conocida por tener líneas de vestuario que rompen los cánones de belleza en la industria de la moda, al cambiar la silueta de la mujer. Asimismo, se refleja el concepto de “masculinidad” con piezas del diseñador Jean Paul Gaultier como un entero masculino escote halter que deja a la vista la desnudez de la espalda. Con este tipo de vestuario este diseñador desafió, en una época más conservadora, la imagen de la masculinidad, situó al hombre como un objeto de deseo al mostrar que ellos también pueden vestir de forma diferente. Con sus diseños entregó una nueva referencia cultural e hizo que la moda sea una herramienta poderosa para que las personas sean más tolerantes y abiertas.
Dentro de la exhibición también estuvo presente el concepto “íconos de belleza” representado por un vestido de Amy Winehouse, el que nunca se ha exhibido en nuestro país. En esta parte de la exposición, también hubo un busto de la cantante que fue elaborado por su padre en honor a ella. También fue posible encontrar dos vestidos de novia que el museo conserva. El primero, de raso de seda negra del año de 1906 – 1907, simboliza una novia que se encontraba de luto al momento de contraer matrimonio. El segundo, del diseñador Anthony Price, lo usó en 1990 Jerry Hall cuando se casó con Mick Jagger.
Hubo una sección especialmente dedicada al “pudor”, con ropa interior y trajes de baño de las dos épocas, que fueron vanguardistas para sus años. Ahí estuvo presente como ícono de los ’90 Kate Moss con su video de Agent Provocateur, marca inglesa de ropa interior que tiene verdaderos objetos de moda. Ella también participó en la muestra con representaciones gráficas y otros artículos con su imagen, todos relacionados con el segundo período que abarca esta exposición.
Hubo además ejemplos del cambio de vestuario de los niños y piezas que son de ornamento, junto a un vestido de Alexander McQueen.